
Cuando pensamos en una taza de café aromático y bien preparado, pocas veces imaginamos todo el camino que ha recorrido ese grano. Uno de los pasos más importantes en la producción del café es el procesamiento, que ocurre justo después de la cosecha. Para quienes están comenzando en el mundo del café o simplemente desean entender mejor lo que consumen, conocer los diferentes métodos de procesamiento es fundamental. Esta etapa define en gran medida los sabores, aromas y características que se perciben en la taza final.
¿Qué es el procesamiento del café?

El procesamiento del café es el conjunto de técnicas que se utilizan para remover la cáscara y otras capas del fruto del cafeto, dejando expuesto el grano verde que será posteriormente secado, tostado y molido. Existen tres métodos principales: lavado, natural y honey. Cada uno aporta perfiles sensoriales diferentes y se elige según las condiciones climáticas, la infraestructura del productor y el resultado deseado en taza.
Proceso lavado: claridad y acidez equilibrada

También llamado método húmedo, el proceso lavado implica quitar la pulpa del fruto mediante máquinas despulpadoras, seguido de una fermentación controlada en tanques de agua para eliminar la mucílago. Luego, los granos se lavan nuevamente y se secan al sol o en secadores mecánicos.
Este método resalta la acidez brillante y la claridad en los sabores, siendo ideal para quienes prefieren un café con notas florales, cítricas o afrutadas. Es muy común en países como Colombia, Guatemala y Costa Rica, donde las condiciones permiten un secado rápido después del lavado.
Proceso natural: dulzura intensa y cuerpo completo

En el método natural, también conocido como seco, los granos se secan con toda la cereza intacta, sin quitar la pulpa ni la mucílago. Este proceso puede durar varios días y requiere mucha atención para evitar fermentaciones indeseadas.
El resultado suele ser un café con mayor cuerpo, sabores más intensos y una dulzura pronunciada, similar a frutas maduras. Es muy utilizado en regiones con climas secos, como Etiopía y Brasil, donde el secado al sol es más eficiente.
Proceso honey: equilibrio entre dulzura y frescura

El método honey es una técnica intermedia. Aquí, la pulpa del fruto es retirada, pero se conserva parte de la mucílago durante el secado. Dependiendo de la cantidad de mucílago que se deja, el café puede ser clasificado como yellow, red o black honey.
Este tipo de procesamiento ofrece un equilibrio interesante entre la acidez viva del lavado y la dulzura del natural. Cafés honey suelen tener cuerpo medio, notas frutales suaves y una textura agradable en boca. Es muy popular en países como Costa Rica y El Salvador.
¿Por qué es importante conocer estos métodos?

Para quienes están dando sus primeros pasos en el mundo del café de especialidad, entender cómo se procesa el grano es clave para hacer elecciones más conscientes. Además, al identificar los métodos, es posible anticipar qué perfil de sabor esperar y así encontrar el café ideal para su gusto.
Saber distinguir entre un café lavado, natural o honey no es solo una curiosidad, sino una herramienta útil para disfrutar más y mejor de cada taza.
¿Cómo puede el consumidor identificar el método en la etiqueta?
Para los consumidores que desean entender mejor lo que están comprando, prestar atención a la etiqueta del café es un excelente primer paso. Cada vez más marcas, especialmente aquellas enfocadas en cafés de especialidad, incluyen información detallada sobre el origen, la variedad, la altitud y el método de procesamiento.
Busca palabras clave como:
- “Proceso lavado” o “fully washed”
- “Proceso natural” o “natural process”
- “Proceso honey” o “miel”, a veces acompañado de colores como “yellow honey”, “red honey” o “black honey”
Estas expresiones suelen aparecer junto con descripciones sensoriales, como “notas cítricas y florales”, “dulzura intensa” o “cuerpo redondo”, lo que ayuda a anticipar la experiencia en taza. Si la etiqueta no lo especifica, puedes buscar esta información en el sitio web de la marca o preguntar diretamente al vendedor, especialmente si estás en una cafetería o tienda especializada.
Entender el método de procesamiento no solo enriquece tu experiencia como consumidor, sino que también te permite tomar decisiones más informadas y apreciar el café desde su origen hasta tu taza.
¿Ya probaste un café honey? Cuéntanos qué notas sensoriales percibiste.